A simple vista el Castillo Pittamiglio de inspiración renacentista y mediaval, quedó congelada en la contemporánea ciudad de Montevideo.
Luce airosa la polémica infraestructura, que refleja el sentido espiritual dado a la vida por el arquitecto italiano Humberto Pittamiglio. Fue justamente él, autor de paredes y decoración egocéntrica que traspasa épocas: antes y después de su muerte.
Llama la atención en la “fortaleza”: esculturas incrustadas en ladrillos, abundantes laberintos y puertas sin destino.
¡Se respira energía! Un rosario de leyendas adornan su historia, que testifican habitan fantasmas y espíritus. Aseguran estudiosos, la infraestructura capaz de captar la energía exterior, semeja un centro de poder similar a las milenarias pirámides.
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¿Dónde queda el Castillo Pittamiglio? En la Rambla Gandhi número 63, entrada principal calle San Francisco, en Montevideo, Uruguay.
Enigmática personalidad Pittamiglio
¿Qué intentó expresar a través de esta fortaleza mística rodeada de ladrillos y esculturas enigmáticas?
El secreto del “alquimista”, se lo llevó a la tumba. Solo se sabe simpatizaba con magia y esoterismo cultural. Además acostumbraba realizar paseos en solitario, alrededor del castillo portando una capa roja, se especula fue “hombre de pocos amigos”.
Ostentaba Pittamiglio más de 40 propiedades, las cuales por no poseer familiares, dejó de herencia a un amigo.
Más de 50 años dedicó el alquimista en la construcción del castillo, buscaba cambio y purificación espiritual. ¿En que basó esta tendencia? Abiertamente practicó la alquimia, creencia esotérica que creía en el elixir de la vida eterna.
¡Magia! en algún lugar del castillo -aún desconocido- el italiano tenía un taller donde convertida metales imperfectos en oro.
Luego de su muerte, la propiedad pasó a ser administrada por Intendencia de Montevideo, quien abrió las puertas a visitantes.
Convertido en Centro Cultural
Con el pasar de los años el Castillo Pittamiglio, se convirtió en referencia turística uruguaya.
El estilo egocéntrico y original, captura la mirada de cientos de visitantes del mundo, quienes participan en visitas guiadas. Con anticipación realizan sus reservas con el deseo de explorar el Castillo, abierto al público de Martes a Domingo.
Desde el año 1999, cuenta con un espacio acondicionado a modo de salón, con capacidad de más de 120 personas.
Otra utilidad, es ofrecer el servicio de eventos sociales, siendo el lugar predilecto para casamientos.
Los amplios salones y originales escaleras, arrancan suspiros a la hora de una celebración.
A ello se suma, la majestuosidad del recinto que evoca las épocas pasadas al estilo renacentista y mediaval.
El enigma del Santo Grial
La leyenda más representativa que envuelve el Castillo Pittamiglio, resulta la del Santo Grial.
Supuestamente a mitad del siglo XX, el famoso recipiente utilizado por Jesucristo en la última Cena, aquí estuvo oculto.
Se especula fue el Papa Pío XII, quien entregara la sagrada copa a su amigo Pittamiglio.
Durante la segunda visita a Uruguay –aseguran- papa Juan Pablo II, retiró el Grial y lo llevó al Vaticano.
¿Verdad o mentira? Aún continúa el enigma, lo cierto es una enriquecedora experiencia, tomarse unos minutos para recorrer el Castillo.